Las hordas infernales avanzan triunfantes. La fuerza que las impulsa es su odio absoluto e infinito hacia la Luz Celestial.
Sin embargo, caen derrotadas ante las tropas angelicales, pues su
odio apenas hace sombra al terror que serafines y arcángeles sienten
hacia su Señor.
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Con este nanorrelato participé en el VI Concurso de Microjustas Literarias, de OcioZero, bajo el pseudónimo de Sue Cube.