La uva reventó entre sus
dedos, y el jugo se desparramó por la palma de su mano, donde lo
hizo fermentar. El dios Baco, entonces, reunió al resto del panteón,
ofreciéndoles una copa de un excelente vino bermellón y,
pidiéndoles que lo cataran, les comunicó que por fin había
encontrado un elixir perfecto para amenizar los próximos festejos.
'Los borrachos o el triunfo de Baco' (cuadro de Velázquez) |
No hay comentarios:
Publicar un comentario