El doctor Huesos lo dejó bien claro: Siempreazul ya no volvería a ser el mismo, su piel había mutado adquiriendo un tono rojizo. Don Preguntón expresó en voz alta lo que todos estaban pensando: "¿Tiene que cambiarse ahora el nombre Siempreazul?". Nadie respondió. No sabían la respuesta. Nunca había ocurrido algo así en Mundoyonki. Mister Calavera se golpeó tres veces su reluciente cráneo con el bastón de marfil. "Si ya no puede ser Siempreazul", dijo, "habrá que matarlo".
La sangre y las babas le salían a borbotones de su boca. Balbuceaba palabras ininteligibles mientras agonizaba tirado en un callejón, a la vista de nadie. Su mundo azul se tornaba en rojo sangre. Después, fundido en negro y hasta nunca.
La sangre y las babas le salían a borbotones de su boca. Balbuceaba palabras ininteligibles mientras agonizaba tirado en un callejón, a la vista de nadie. Su mundo azul se tornaba en rojo sangre. Después, fundido en negro y hasta nunca.
2 comentarios:
Una metamorfosis premonitoria finalmente, entonces.
Saludos Igor.
Un saludo, Miguel.
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