9 dic 2023

"Magia de gemelos" [relato]

ACTO 1

Las leyes establecían que solo uno de los hijos podía ingresar en la Escuela de Magia. Las tradiciones familiares siempre habían consistido en que fuera el primogénito o primogénita quien se matriculara. Cuando Amelia y Timmer tuvieron gemelos, les entró la duda. Sheela había sido la primera en asomarse y quizás podría considerarse como la primogénita, pero quizás eso no fuera totalmente justo para con Kalder, así que decidieron que lo mejor sería consultar al Oráculo.

—Ambos tienen el mismo derecho de estudiar magia –sentenció el venerable anciano. Y, fiel a su costumbre, no añadió nada más.

Hasta que no cumplieran doce años, no recibirían la invitación de la Escuela, y Amelia y Timmer decidieron observar a sus hijos y ver quién de los dos desarrollaba más cualidades mágicas. Era habitual que quienes fueran a acudir a la Escuela de Magia mostraran signos de su potencial antes de la edad de ingreso, pero no siempre ocurría así. Kalder y Sheela no mostraron ninguna evidencia de capacidades mágicas en su interior. Era extraño, porque las familias de sus progenitores se habían caracterizado siempre por una precoz muestra de pequeñas habilidades mágicas, pero al parecer no era así en esa ocasión.

Cuando cumplieron los doce años, llegó puntual la carta de invitación de la Escuela de Magia, abierta a cualquiera de los dos gemelos, pero tan solo para uno de ellos. Fue en ese momento, pues también estaba establecido así en las leyes, cuando sus padres les contaron la auténtica verdad. Kalder, que siempre se había mostrado más impulsivo y exigente que su hermana gemela, insistió en que quería ir. Sheela, a quien también le hacía ilusión, acabó cediendo ante la insistencia de su hermano, para evitar que se llevara un berrinche. Así, Kalder acabó marchando a la Escuela de Magia, sin ni siquiera despedirse de su hermana, ni mucho menos agradecerle el gesto que había tenido con él.

ACTO 2

Cuando tan solo habían pasado unas pocas semanas desde la partida de su hermano, Sheela empezó a notar las primeras cosas extrañas. Objetos que parecían moverse solos, puertas que se abrían y cerraban sin que nadie interviniera… No tardó mucho en darse cuenta de que era ella quién provocaba tales efectos extraños. Nuevamente, sus padres decidieron acudir al Oráculo.

—Un gemelo estudia –dijo, en un aura de misterio–, el otro aprende.

A mitad de curso se celebraba un evento festivo en la Escuela de Magia, donde podían acudir los familiares del alumnado. Era momento también de comentar con los padres la evaluación y evolución de sus hijos. Amelia y Timmer llevaban tiempo esperando aquella oportunidad. Una vez que se intercambiaron las informaciones de cada bando, la conclusión era clara: Kalder estaba recibiendo las lecciones, pero era incapaz de generar la más mínima magia, ni reproducir el hechizo más sencillo, mientras que Sheela, sin haber estudiado nada de magia, de alguna manera había interiorizado las lecciones de su hermano, como si hubiera estado presente en cada una de las clases. Sin duda, tenían algún tipo de conexión especial. Cuando ambos niños se enteraron de lo que pasaba, nuevamente Kalder se puso hecho un basilisco, gritando que aquello era completamente injusto, pero entonces, en el que posiblemente fuera su momento de mayor brillantez en la vida, se dio cuenta que si intercambiaba los papeles con su hermana, sería él quien aprendiera magia. Exigió entonces que fuera su hermana quien continuase en su lugar en la Escuela. Sheela, nuevamente para evitar males mayores, aceptó. La tristeza en su rostro contrastaba con la enorme alegría en el de su hermano.

ACTO 3

Kalder no tenía paciencia. Sheela apenas llevaba unos días en la Escuela de Magia, pero él ya estaba desesperado porque no había aprendido ningún truco ni hechizo, hasta que de pronto, un día, la magia empezó a correr por sus venas. Los hechizos que él había sido incapaz de reproducir, y otros nuevos, ya no eran ningún secreto para él y, al contrario que su hermana, que actuó con prudencia y había intentado ser cautelosa y discreta con sus habilidades, Kalder no dudó en usar su magia en todo momento, para divertirse, para hacer rabiar a los vecinos o incluso para vencer el aburrimiento. Así estuvo durante varias semanas, ante la desesperación y resignación de sus padres, que poco podían hacer para controlarle, pero un día Kalder notó al despertarse que la magia ya no estaba allí. Efectivamente, probó todo tipo de hechizos y trucos, y ninguno funcionó. No pudo contener la rabia y se pasó todo el día gritando. Por la noche se calmó, confiando en que fuera algo puntual, pero al día siguiente nada había cambiado. Varios días después, su hermana Sheela estaba ante la entrada de la casa, con una carta de la Escuela de Magia en la mano. Sus padres la abrieron, asombrados, y pudieron leer que su hija había sido expulsada por realizar uno de los hechizos prohibidos.

—¿Pero qué hechizo has utilizado, hija? –preguntaron al unísono Amelia Y Timmer.
Obliviscatur Magicae –respondió solemnemente Sheela–. Olvida la magia. Y es irreversible.
—¿Le has hechizado a tu hermano?
—No, no lo entendéis –contestó la niña–. Eso no habría funcionado. Kalder y yo estamos conectados, podemos aprender el uno a través del otro. El hechizo tenía que ser para los dos a la vez. Ninguno de los dos podemos acceder ya a la magia.




Relato para el Concurso de Relatos 39ª Ed. Harry Potter y la Piedra Filosofal, de J.K. Rowling, convocado por EL TINTERO DE ORO. Enlace:

https://concursoeltinterodeoro.blogspot.com/2023/12/concurso-de-relatos-39-ed-harry-potter.html


23 comentarios:

Bruno dijo...

Mauchas gracias por participar, Igor. Te deseo lo mejor en el concurso. Un saludo.

Somos Artesan@s de la Palabra dijo...

Una buena historia, muy ingeniosa, realmente me ha gustado mucho los gemelos conectados y la sabia decisión de la niña ante las locuras de su hermano.
Saludos.
PATRICIA F.

Nuria de Espinosa dijo...

Un relato fantástico lleno de magia. La pobre Sheela sacrificio su magia para evitar que su hermano siguiera haciendo de las suyas, un sacrificio que nos envía un gran mensaje:
"No por tenerlo todo, eres mejor persona"
Me gustó mucho. Suerte. Un abrazo

Marta Navarro dijo...

Hola, Igor. También a mí me ha gustado mucho tu cuento. La dualidad entre el bien y el mal representada a través de esos dos gemelos y la decisión tan acertada de la niña para evitar males mayores. La historia atrapa enseguida y es muy original. Muy buen relato. Mucha suerte en El Tintero.

Juana Medina dijo...

Hola Igor, excelente relato. Para mí estos gemelos representan el individualismo más egoist por un lado y la capacidad de sacrificio por otro. Que Sheela sea capaz de sacrificarse implica, una vez, más la conciencia del mal que se puede hacer pensando sólo en uno mismo y en el capricho del momento.
El relato está muy bien llevado y dan ganas de seguir leyendo desde el primer momento. Un saludo

Arturo dijo...

Excelente relato, suerte con el concurso.

Maite-volarela dijo...

La gemela supo poner freno a su hermano, aun prescindiendo ella de la magia. Muy curioso tu enfoque. Buen aporte.
Un abrazo

Marifelita dijo...

Genial historia con un triste final! A veces hay que hacer sacrificios por el bien de los otros! Una lástima porque seguro que esta pareja de hermanos habrian sido prometedores! Un abrazote y suerte!

María Pilar dijo...

¡Qué gran relato de magia. Ingenioso, divertido… Me ha encantado. Una muy buena propuesta para el concurso. Felicidades. Un abrazo!

Ainhoa dijo...

Hola Igor me ha parecido una historia muy buena tanto por el contenido como por la lección que se apréndesela fue capaz de encontrar la solución a un problema que de otra manera hubiera acabado fatal. Suerte. Un abrazo.

Guille Blanc dijo...

Muy aguda la decisión. Suerte, y enhorabuena.

Rocío Cala López dijo...

¡Hola Igor! La idea de que un gemelo aprenda y sea el otro quien manifieste lo aprendido me ha parecido fabulosa. El final me parece muy acertado. Aunque Sheela tiene que hacer un gran sacrificio creo que, después de ver las acciones de su hermano, es la mejor decisión que podría tomar. Sino Kalder podría haber acabado convirtiéndose en villano, con las consecuencias que eso acarrearía para su familia.
Creo que no he leído nada tuyo antes porque no habremos coincidido en el concurso. Esta aportación me ha gustado mucho, así que comienzo a seguirte.

Un saludo y suerte en el concurso.

Enrique Bravo dijo...

Hola, Igor. Un relato muy original y lleno de matices. La conexión entre los gemelos, el sacrificio de una, el egoísmo del otro... Muy bien plasmado, enhorabuena. Me ha encantado la frase "un gemelo estudia, el otro aprende". Suerte en el concurso. Un saludo.

Mirna Gennaro dijo...

Un relato muy original, Igor.
Me gustó mucho.
Un abrazo

Trujamán dijo...

Hola Igor.
¡Muy buen relato! En él nos representas las dos formas de vivir la vida: Kalder, con su individualismo y su egoísmo por un lado y Sheela con su capacidad de sacrificio por su hermano gemelo.
Al final, la inteligente Sheela encuentra la forma de parar a su egoísta hermano y logra que la magia acabe para ambos.
¡Me ha gustado! ¡Felicitaciones!
Un abrazo.
Marlen.

Octavio dijo...

Hola, Excelente relato. La chica tomó la mejor decisión posible.. Saludos

DULCINEA DEL ATLANTICO dijo...

Un cuento cargado de magia en el que los gemelos se complementan ; donde el egoísmo de uno se contrapone con el sacrificio de el otro.
La magia hace se hace presente en los dos.
Saludos Igor
Puri

de la Flor Ruiz dijo...

Hola, Igor. La chica, poniendo orden en este par de mellizos. Menos mal.

Jorge Valín dijo...

Hola Igor. Está claro que Sheela tiene mucha mayor visión de la realidad que su hermano, además de ser más generosa, incluso renunciando a su ilusión con tal de parar las correrías de su hermano. Quizás sea lo mejor para ambos... o tal vez no. Cada uno de los dos tendrá que encontrar su camino en la vida. Un abrazo.

Pepe dijo...

Excelente relato, Igor. Oscuro, como ti blog, y con la dualidad de la persona como punto de partida. Genial en todos los sentidos, me encantó.
Un abrazo!

Gabiliante dijo...

Salomonica la niña. Tampoco parece un hechizo muy peligrosos para sufrir la expulsion, pero las reglas son a reglas. Quzas porque la magia es un don muy precioso para andar extinguiendola. Pero a ella parace que no le hacia demasiada ilusion y él solo la malempleaba, asi que , lo dicho, salomonica solucion
Abrazoo, suerte en el tintero y felices festas

JM Vanjav dijo...

Hola, Igor. Buena historia de magia y, para mí, marcarla en tres actos un acierto para dejar bien separadas las acciones y a la vez crear más expectación. Dos gemelos con caracteres totalmente opuestos, así que el desenlace me parecer muy logrado.
Saludos y suerte 🎄🥂🖐️

Tara dijo...

Vengo a leerte con muchísimo retraso, Igor, pero por fin, aquí estoy. ¡Y vaya relatazo!
Me ha gustado mucho como nos vas metiendo en la trama en el ACTO 1, respetando las tradiciones (lo que implica lo serio que se tomaban en ese lugar la cosa de la Magia), y que pese a las expectativas de los padres, en principio, los gemelos no mostraran signos de ser particularmente mágicos.
Por último, nos muestras la forma de ser de los gemelos. Generosa la niña, egoísta y caprichoso el niño, en ACTO 2 se hace evidente la diferencia, potenciándose en el ACTO 3, y es que hay que estar preparado moralmente para los grandes logros. La hermana fue capaz de “sacrificarse” a favor de la dualidad y del entendimiento entre hermanos.
Muy bueno,y con moraleja incluida. ¡Enhorabuena!