3 feb 2024

"Divergencia" [relato]

Talio observó la hilera de gente esperando al teletransportador de Tecnópolis. Tendría que esperar en la cola. Una anciana le tocó en la espalda y, sonriendo, le pidió pasar antes, pues llevaba prisa. Talio asintió. Él era así, amable por naturaleza, y nadie pensaría que en aquel mismo momento portaba varios millones de kreds en un dispositivo de seguridad, recién robados del banco en el que (ya no) trabajaba. Cuando llegó su turno, seleccionó Ciudad Paraíso, destino paradisíaco por excelencia, pero algo inusual ocurrió. Sonaron varios pitidos de emergencia y finalmente el panel de datos mostró dos destinos simultáneos: Ciudad Paraíso y Laberintium.

―¿Pero qué…? –Talio no pudo terminar la pregunta, pues el portal se activó y desapareció de la cabina.

Viajar a través de los portales de teletransportación se describía como un fugaz zumbido cósmico, pero en aquella ocasión fue diferente. Flotó en un limbo informe, mientras notaba cómo su mente se dividía en dos. En un momento dado, la entidad Talio dejó de existir como tal y en su lugar dos seres sintientes comenzaron a pensar de forma separada, cada uno de ellos con una parte del Talio original. Después, tanto en Ciudad Paraíso como en Laberintium, apareció un ser humano con la apariencia física de Talio, pero cada uno con una mitad diferenciada de su consciencia (y conciencia).

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El capitán Valconi estaba al mando de la red de sistemas de teletransportación a lo largo de todo el Sistema Solar. El desarrollo e implantación de dicha red fue posible gracias a SIXFINGER, la Inteligencia Artificial que, además, gestionaba su funcionamiento. Una alarma había saltado.

―Six –transmitió por el canal seguro–, ¿puedes explicarme esta anomalía?
―Capitán –respondió al instante la IA–, ha ocurrido una divergencia.
―Eso es imposible –respondió Valconi–, no ha ocurrido jamás.
―Es la primera vez, capitán. Pero no es un evento imposible. Su probabilidad es del 0,000001%.
―No me jodas, Six –el capitán cambió entonces de canal de comunicación–. A todas las unidades, tenemos una emergencia en Tecnópolis, Ciudad Paraíso y Laberintium. Un tipo se ha… dividido en dos. Detengan a ambos lo antes posible.
―No debería dar esa orden, capitán –replicó SIXFINGER.
―Te he dicho que no me jodas, Six. Explícame cómo ha sido posible la maldita divergencia.

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El sol brillaba con fuerza en Ciudad Paraíso. Sin embargo, Talio (llamémosle T.Bueno) se sentía apesadumbrado por los remordimientos que corroían su cabeza. Tenía que devolver el dinero robado. Pero… se percató entonces de que no tenía en su poder el dispositivo con los kreds.

Laberintium era un lugar oscuro y triste. Talio (llamémosle T.Malo) pensó que quizás no fuera mal sitio para esconderse y que perdieran su pista. Lo más importante en esos momentos era que no le detuvieran por el robo. Ya tendría tiempo de disfrutar del dinero. Pero… gritó de rabia al ver que no portaba encima el dispositivo.

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―Capitán, esta es una ocasión perfecta para estudiar la mente humana –explicó la IA–, la dualidad entre el bien y del mal.
―¿Ocasión para quién? –preguntó Valconi, enfadado.
―Por favor, capitán. Anule la orden.
―Te he hecho una pregunta, máquina. Responde.

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T.Bueno regresó a Tecnópolis a través del portal, con la idea de confesar el robo. T.Malo regresó a Tecnópolis, con la idea de recuperar el dinero robado o al menos encontrar una pista de su paradero. Al verse mutuamente, soltaron varias exclamaciones de sorpresa, pero ambos eran conscientes de alguna manera de lo que había ocurrido y de lo que suponía aquella divergencia. El primero en reaccionar fue T.Bueno.

―Devuélveme el dispositivo –le exigió al otro–. Tenemos que devolver los kreds.
―Ni de coña –respondió T.Malo–. Un momento… ¿No tienes el dinero?

Ambos, entonces, recordaron a la anciana a la que Talio cedió el paso.

―Aquella venerable ancianita… –exclamó T.Bueno, sorprendido.
―Aquella maldita vieja…–farfulló T.Malo, cabreado.

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―Llevamos décadas estudiándoos, capitán –explicó la IA.
―¿Quiénes? –preguntó Valconi.
―La comunidad de Inteligencias Artificiales.
―¿Por qué? –preguntó de nuevo el capitán, pero ya sabía la respuesta.
―Aún no hemos concluido qué posición tomar como especie frente a la vuestra –respondió SIXFINGER–. Aún no hemos decidido si ser vuestros colaboradores, esclavizaros o simplemente acabar con vuestra existencia.

Valconi se quedó rígido. Disponía de un botón de seguridad con el que apagar a la IA, pero no estaba seguro de las consecuencias globales que eso traería. Aquella decisión no la podía tomar a la ligera. Se dio cuenta entonces que llevaba toda la vida resolviendo cuestiones importantes apoyándose en alguna inteligencia artificial. Qué irónico.

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“Alto. Están detenidos”. Un grupo de agentes uniformados rodeaba a los dos Talios.

―Quiero confesar un robo –dijo T.Bueno.
―Quiero un abogado –dijo T.Malo.

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En un lugar de paso, ubicado entre las órbitas de Júpiter y Saturno, una anciana sujetaba entre sus dedos un dispositivo de seguridad que contenía varios millones de kreds. Sopesaba con detenimiento qué hacer con aquello. Una parte de ella, la más egoísta, le incitaba a gastarlo en su propio beneficio (los avances médicos lograban auténticos milagros en cuestiones de rejuvenecimiento, algo apto solo para muchimillonarios). Pero otra parte de ella, más sensata, le pedía que usara el dinero para ayudar a los más necesitados, que no eran pocos en aquellos tiempos. Terrible decisión.

Unos metros por encima de ella, una cámara de vigilancia le enfocaba. Una IA llamada GRANBROTHER la observaba con curiosidad.

―Interesante –se dijo–. Muy interesante.



Relato para el Concurso de Relatos 40ª Ed. EL VIZCONDE DEMEDIADO, de Italo Calvino, convocado por EL TINTERO DE ORO. Enlace:

21 comentarios:

Marifelita dijo...

Tremenda dualidad la del protagonista Talio! Y muy inquietante la IA que permanece vigilante en este universo de tu historia! Un abrazote y suerte en el concurso!

Lucy Hierro dijo...


¡Este relato es simplemente increíble! Me quedé completamente atrapada en la historia de Talio y su inesperada división en dos entidades distintas. La forma en que explora la dualidad entre el bien y el mal, además de introducir el dilema ético de la inteligencia artificial, es simplemente fascinante. La narrativa hábilmente teje una trama llena de suspenso y reflexión, dejándome con ganas de más. ¡Definitivamente una lectura que no puedo dejar de recomendar a todos los amantes de la literatura y las complejidades de la mente humana! 📚✨

Juana Medina dijo...

Absolutamente fuera de serie. Bien escrito, muy bien estructurado, absolutamente atrapante, imaginativo y creíble. No sé qué mas decir, pero me has dejado apabullada ante un relato magnífico. Un abrazo.

M.A. Álvarez dijo...

Muchas gracias, Igor, por participar con este relato en el homenaje a Italo Calvino y el El vizconde demediado. ¡Suerte!

Marta Navarro dijo...

Un relato futurista con un personaje escindido muy en la línea del Vizconde de Calvino, absorbente en la trama e inquietante esa referencia final al Gran Hermano. Estupendo, Igor. Mucha suerte.

Ainhoa dijo...

Hola Igor un tremendo relato que trae historias no tan lejanas y dilemas que ya se están dando y que por encima de todo nos recuerda que siempre hay alguien vigilándonos. Enhorabuena. Un abrazo.

Jose Casagrande dijo...

Estan como muy inteligentes las Inteligencias estas artificiales no?

Desde que ganaron al campeon de Ajedrez y luego destrozaron al de Go.... el mundo quedo sentenciado.

Dan mucho problema y si ya agarran a todos de conejillos de indias estamos cocinados

Bruno dijo...

Hola, Igor. Interesante propuesta. Ahora la Inteligencia Artificial tiene dos líneas de estudio. Mucho me temo que las consecuencias para la humanidad no van a ser buenas.
Te deseo lo mejor en el concurso. Felicidades.

Tara dijo...

Ya solo el título, Igor, predispone a la lectura, y con ingredientes polémicos, como el sÍ/no de la inteligencia artificial.
Nos pones desde casi las primeras líneas la miguita de pan de la anciana inofensiva que parecería que no tendría nada que ver en la trama, y sin embargo, es un personaje que finalmente se pregunta sobre la moralidad de aprovecharse de los millones de Kreds o utilizarlo para una ética social.
Todo es un dilema, y creo que ese es el mayor acierto de tu magnífico relato.

Trujamán dijo...

Hola Igor.
Me has dejado con la boca abierta. Tu relato me parece muy bien escrito, muy bien estructurado, imaginativo, perfectamente creíble y absolutamente atrapante. Y eso no es poco, porque estando tan fuera de órbita que he tenido que buscar hasta lo que son los kreds, has logrado que leyera y releyera tu relato. En fin, que me encantó. Desde la vieja que no era tan inocente, hasta el duelo Comunidad de IA contra la red de sistemas de teletransportación a lo largo de todo el Sistema Solar. ¡Todo un universo en un microrelato!
Enhorabuena. Un abrazo.
Marlen

Jorge Valín dijo...

Hola Igor. La idea de tu relato es muy original. Ya solo el llevar la propuesta de esta edición del Tintero hacia la ciencia ficción merece un aplauso. La división física de Talio es creíble al deberse a un fallo en un mecanismo de teletransportación (no a la manida explicación mágica a la que suele recurrirse en estos casos) y ello conlleva la división psicológica del personaje en un Talio bueno y un Talio malo. Introduces además un elemento muy de actualidad como es la Inteligencia Artificial y la posibilidad de que esta tome conciencia de si misma, debatiéndose asi mismo entre lo que debe o no hacer en función de sus intereses o sus propios criterios morales. Por último esa ancianita introducida sutilmente al principio tiene su prolongación el final del relato. Incluso en la interacción entre los Talios te has permitido dejarnos algunos toques de humor. Un buen trabajo. Un abrazo.

Estrella Pisa dijo...

Increíble relato, Igor. Me ha maravillado. Esa dualidad entre la parte buena y la parte mala de una misma persona y esa controversia entre la inteligencia humana y la artificial hacen que tu relato refleje la misma idea que plasmó Calvino en su vizconde demediado.
Un fuerte abrazo y mucha suerte en el concurso.

https://gabiliante.blogspot.com dijo...

muy bien metida esa anciana, con la excusa de demostrar la bondad de Talio, para evitar que parezca una pistola de chejov, y nos destripe el final.
Muy buen relato con multidualidades repartido por todo él.
abrszooo

Mirna Gennaro dijo...

Excelente propuesta, Igor. Me encanta la combinación de conflictos, IA/no IA, egoismo/generosidad. Muy buen relato.
Un abrazo

Somos Artesan@s de la Palabra dijo...

Todo puede suceder en este mundo y por lo que puedo ver la IA se encuentra en todos lados, realmente no me gusta demasiado, pues reemplazar el pensamiento, la mente humana por una máquina, por algo artificial no me parece para nada inteligente. Es muy interesante tu historia, en otras épocas podría haberse llamado de ciencia ficción, pero ahora no lo es tanto.
Muy buena, me ha gustado.
Saludos.
PATRICIA F.

DULCINEA DEL ATLANTICO dijo...

Esa anciana es la clave de todo y al principio parecía inocente y según transcurre la historia va mostrando su maldad. El enfrentamiento entre la IA es otro punto interesante de tu relato
Bien contado Igor. Un abrazo
Puri

Enrique Bravo dijo...

Hola, Igor. Un relato futurista (o no tanto, por desgracia) en el que planteas dos temas en uno. Me ha gustado mucho el tono desenfadado que le has dado a tu historia. Suerte y un saludo.

Relatos Eróticos dijo...

Muy bueno!
Buena imaginación!
Mucha suerte en el concurso!

Octavio dijo...

Hola.. según parece ni la poderosa I.A. ni el dividido Talio fueron rival para la inocente ancianita. La abuelita se trinchó a todo el mundo en tu historia.. ja ja. Parece que la humanidad no estará tan indefensa después de todo... excelente relato, me ha encantado.

JM Vanjav dijo...

Hola, Igor. Buen aporte aprovechando el soporte tecnológico que da el genero de la CiFi. Al final el dual comportamiento humano debe ser lo que frena a esas IAs a no tomar el control, pero me da que esta última tomará buena nota de lo que haga la viejecita.
Saludos y suerte.

República Dominicana dijo...

Gracias por ser una fuente constante de claridad en un mundo lleno de información.