Escribo sobre lo que me da miedo, me fascina o me emociona.
Cuento mentiras que se vuelven realidad al empaparse con tinta.
A veces, las ideas me obsesionan.
Otras veces, las obsesiones me dan ideas.
Mi nombre es Igor Rodtem y, cada 11 de junio, renazco de mis cenizas en Bilbao.
El magno ejército avanzó arrollador por el hasta entonces fértil valle. Sus flores, pisoteadas, ya no volverían a nacer, pero al menos habían irrigado su veneno letal sobre la piel de sus asesinos.
La enfermedad de Dupuytren (también llamada contractura de Dupuytren) es una afección de origen desconocido que provoca el cierre progresivo de la mano por retracción de la aponeurosis palmar superficial. En una mano normal existe un tejido que se encuentra ubicado entre la piel y los tendones flexores denominado aponeurosis palmar superficial. Este tejido tiene la forma de un triángulo cuyo vértice se encuentra en la muñeca y su base está dirigida hacia los dedos. A su vez esta aponeurosis tiene prolongaciones que van hacia cada uno de los dedos y el pulgar. La retracción de la aponeurosis palmar y sus prolongaciones digitales van formando nódulos y cuerdas fácilmente palpables que cierran lenta pero progresivamente la mano. Generalmente los dedos involucrados son el meñique y el anular, pero todos pueden afectarse aisladamente o en conjunto. [fuente: Wikipedia]
Eskorbuto. Aunque pudiera parecerlo, no sufrían de Dupuytren...
Mis sueños se los llevó un vendaval, me aferré a los recuerdos para no extraviarme. Tú soplabas cada vez más fuerte, me borraste de tu memoria. Ahora ya no sabes quién soy, quién fui. Yo no sé quién seré.
Con este nanorrelato participé en la segunda ronda de Los Dardos al Sol en las XI Microjustas Literarias de OcioZero.
Muchas gracias a Pilar Maldonado, autora del cuadro 'Vendaval' (la imagen que acompaña a este nanorrelato), por permitirme juntar ambas obras para esta ocasión. Os invito desde ya a visitar su blog, Mis pompas de color, donde podéis disfrutar de sus magníficas obras de arte (http://mispompasdecolor.blogspot.com.es/).
Una lágrima tatuada en mi mejilla te advierte de mi paso por la cárcel. Mis manos estrangulándote con ahínco te dicen que quizás pronto volveré a ella.
"Pues a mí me funciona..." es el argumento brutal y definitivo de quienes defienden el uso de la homeopatía como remedio para diversas enfermedades. También hay gente que soluciona sus problemas suicidándose y no creo que sea un ejemplo a seguir...
Otro argumento pro-homeopatía se centra en advertir que el mercado de los medicamentos lo controlan las grandes corporaciones multinacionales a las que solo les interesa ganar y ganar dinero. Cierto, por desgracia (así funciona este asqueroso mundo). Pero ese mismo argumento se puede aplicar en el mercado de los productos homeopáticos (no hay más que echar un vistazo a Boiron, que no parece ser el pequeño comercio familiar como se presentan, precisamente...).
Samuel Hahneman, inventor de la homeopatía (a finales del s. XVIII)
Pero... ¿la homeopatía funciona? Pues como efecto placebo, sí, pero nada más. Por lo menos no hay estudio científico riguroso (repito, riguroso) que demuestre otros resultados. Aquí también hay quien defiende la homeopatía frente al placebo con el argumento de que administrándosela a un bebé que se cura es imposible que sea un efecto placebo pues el bebé no es consciente de ello. El bebé no, pero los padres sí, y el efecto placebo se da en ellos. Y en cualquier caso, habría que ver hasta qué punto ha incidido en su curación o no...
En el blog Magonia de Luis Alfonso Gámez hay un magnífico artículo sobre las bases y funcionamiento de la homeopatía, que se resume en que la misma sustancia que provoca los síntomas de una enfermedad, también puede curarla, y que cuanto menor sea la dosis, mayores son sus efectos. Se trata de diluir 1 gota del principio activo de la sustancia mencionada en 99 gotas de agua de agua, alcohol o lactosa (lo denominamos 1CH), luego se toma 1 gota de la nueva dilución y se vuelve a mezclar con otras 99 gotas del disolvente elegido (tendríamos ahora 2CH), siguiendo con el proceso varias veces. Es decir, el compuesto final contiene muy poco de la sustancia original (de hecho, a partir de 12CH ya no queda ni una molécula de la sustancia original; puedes consultar tus apuntes de Química...). Entonces, ¿cómo es que funciona la homeopatía? Porque, atención, el agua ¡¡¡tiene memoria!!! Pero debe ser una memoria muy selectiva, porque recuerda la sustancia que has diluido pero no toda la mierda que haya pasado por ella anteriormente. Una base científica muy sólida, ¿verdad? Pero, oye, "a mí me funciona...".
Afortunadamente, el agua carece de memoria...
Por cierto, que la homeopatía también propugna que cada paciente necesita su propio tratamiento personalizado pero, claro, es más rentable (como negocio) preparar unos compuestos estandarizados y producirlos en serie...
El gran problema de la homeopatía es que realmente no tomas nada que vaya a curarte. Si se trata de un catarro o una gripe, el problema no es muy serio. Si se trata de un cáncer y decides optar por sanarte solo con homeopatía... te deseo mucha suerte, la vas a necesitar.
"Ya, pero es que a mí me funciona...". Pues vale, como quieras. Seguramente te habrás curado o tus síntomas habrán remitido por cualquier otra causa (mismamente, un catarro o una gripe se pasan en unos días sin necesidad de tomar nada) pero tú mismo.
Recomiendo ver el programa de Escépticos (ETB) dedicado a la homeopatía:
Por último, cuando tengáis una resca de órdago tras una noche de farra, os recomiendo beber más alcohol (pero sin diluir, eh...). No es ciencia, tampoco es homeopatía, pero, oye, a mí me funciona...
35.000 son los habitantes de Laponia que hablan las lenguas saami o laponas.
35.000 son los habitantes de la ciudad griega de Véria, cuna de la Dinastía Antigónida. Y también de la ciudad inglesa de Grantham.
35.000 son los años que hace que aparecieron los primeros habitantes humanos en Japón, en el Paleolítico.
35.000 es la estimación de especies extintas de moluscos.
35.000 veces superior a la del Sol es la luminosidad de la estrella principal del sistema estelar 59 Cygni.
35.000 años de antigüedad como mínimo tiene la Venus de Hohle Fels.
35.000 es el número de veces que habré entrado en la Wikipedia para hacer alguna consulta (así, a ojo...).
35.000 es el número de visitas que ha superado este blog, así que muchas gracias a todos por visitarme de vez en cuando (y sobre todo a los que comentáis alguna vez).
Estaba ya cansado de tanta droga adulterada, tan poco sexo y tan malo rock and roll. Ansiaba algo diferente. Veía esas familias felices y quería formar la mía propia, ser uno de tantos tipos cualquiera que oliera a after shave por las mañanas y se pusiera traje y corbata para acudir a la oficina. No obstante, cada vez que intentaba reconducir mi maltrecha vida, acababa siempre atraído sin remedio hacia esas rayas en los baños de cualquier garito, esas meretrices sin nombre y esos acordes desafinados.
Aquella noche, hasta arriba de ginebra barata, sobre el último puente de la ciudad, miré las aguas fecales que se tragaba la oscuridad. Allí podría acabar todo por fin. Me iría como uno más de los desperdicios sobrantes de la ciudad. Nadie me echaría de menos y, sin embargo, yo aún anhelaría mis sueños diurnos y mis pesadillas noctámbulas.
Copypasteo de la web del Festival de Cine de Terror de Molins de Rei el palmarés del la XXXIII edición, con los ganadores del XII Concurso de Largometrajes y el VII Consurso de Microrrelatos. En este último he obtenido una mención especial por mi microrrelato "El monstruo bajo la cama":
El palmarés de los ganadores del XII Concurso de Cortometrages de terror y gore otorgado por el Jurado formado por: Éric Falardeau, Christian Hallman, Julian Richards, Jordi Batlle Caminal y Javi Rueda fue el siguiente:
1r premio del Jurado: “De noche y de pronto” Arantxa Echevarría 2n premio del Jurado: “No mires ahí” Daniel Romero Premio Victor Israel a la major interpretación: Javier Godino por “De noche y de pronto” Mejores efectos especiales: “La otra cena” Premio del público: “Sequence” de Carlos Torrens
El corto semifinalista que pasó a la final por votación del público fue: “Sequence” dirigido por Carles Torrens.
Respecto al VII Concurso de microrelatos, el Jurat que lo forma Glòria Massana, David Izquierdo y Aina Ibáñez otorgaron los siguientes premios:
1r premio en lengua catalana: Agustí Lloberas del Castillo por “Rentar i tallar” 2n premio en lengua castellana: Òscar Amador Vicente por “Extinción” Accesitos: en lengua catalana, “Taxidèrmia” de Jordi Masó Rahola y en lengua castellana a “Gardel” de Edweine Loureiro Da silva y “Niños” d’Álvaro Morales Collazo.
Por último el jurado quiere hacer especial mención a:
Aniversario d’IGNACIO ECHEVARRIA MOLINA (Madrid), Ayer de SERGIO FORTES RODRÍGUEZ (Màlaga), Cuando el verbo se hace carne d’HUGO CAMACHO CABEZA (Sant Cugat del Vallès), Cuento de hadas de BLANCA UBIS MARTÍNEZ (Pinto, Madrid), El despertar d’ÁLVARO MORALES COLLAZO ( Montivedo, Uruguai), El hijo de MAGDIEL TORRES MAGAÑA (Michoacán, Mèxic), El monstruo bajo la cama de ÍGOR RÓDENAS TEMIÑO (Arrigorriaga, Bizkaia), El último sentido de JOSÉ ANTONIO LUQUE CARRERAS (Alaoir, Menorca), La cucaracha, la cucaracha… de SANDRA MONTEVERDE GHUISOLFI (Cartagena, Murcia), La ràbia al fetge de JANOT VILA FONOLLEDA (Sabadell), La última persona de SANDRA IGLÉSIAS RODRÍGUEZ (Boborás, Ouresnse), No fem enfadar al pare de FRANCESC BARRIO JULIO (Sant Celoni), Una promesa es una promesa de GERMAN VIECO (L’Hospitalet de Llobregat).
Sus costillas sobremarcadas y su vientre hinchado me revolvieron el estómago. Su mirada triste me desgarró el alma. Su sonrisa generosa me azotó la conciencia. ¿Qué hemos hecho? No estoy de safari turístico por África. Estoy en mi barrio, el de toda la vida.