3 dic 2011

Diciembre

Comienza Diciembre, mes navideño y entrañable, aderezado de felicidad, dulces y regalos, en el que se piensa especialmente en la familia y los más desfavorecidos, y en el que se apela a la buena voluntad y la solidaridad...

No sé a vosotros, pero a mí siempre me ha parecido que el espíritu navideño sólo promueve la hipocresía y la falsedad, y no es más que un títere en manos del consumismo más atroz. Todo lo que se monta a su alrededor me resulta agotador, deprimente e insultante.

Además, si ya tenía poco aprecio a estas fechas, en los últimos años la navidad me ha resultado especialmente triste, debido a la ausencia de mi amatxu. Han pasado ya más de siete años, y aún la echo de menos. Hay dolores que, aunque el paso del tiempo los hagan llevaderos, no cesan nunca.

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