Marcó con una cruz el lugar exacto donde escondió su tesoro más
preciado, seguro de que nadie, jamás, podría descifrar el mapa. Siglos
después, la especulación inmobiliaria, aun sin pretenderlo, topó con
dicho tesoro: los restos momificados de la esposa e hijos de aquel
pirata olvidado.
Fuente de la imagen: Dreamstime |
--------------------------------
Microrrelato expuesto en la 'II Sortija de las Microjustas Literarias' de OcioZero.
No hay comentarios:
Publicar un comentario