El gato observaba al asesino mientras éste perpetraba el horrible crimen. Aprendía. Y esperaba su momento.
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Microrrelato presentado al 'II Concurso de Microrrelatos Negros de La Bòbila'.
Escribo sobre lo que me da miedo, me fascina o me emociona. Cuento mentiras que se vuelven realidad al empaparse con tinta. A veces, las ideas me obsesionan. Otras veces, las obsesiones me dan ideas. Mi nombre es Igor Rodtem y, cada 11 de junio, renazco de mis cenizas en Bilbao.
1 comentario:
El gato, además, tenía siete vidas por delante, para aprender y probar, aprender y probar...
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