La
bruja no solía abandonar su guarida, y menos a plena luz del día, pero
debía salir urgentemente en busca de provisiones. El pequeño mequetrefe
que solía hacerle los recados se había vuelto a equivocar. Aquel maldito
aprendiz de estafador le había colado unos ojos de rana por los
esenciales ojos de sapo, y sus últimos conjuros habían salido
defectuosos. La princesa, que debería haber perdido su escultural
belleza, se había convertido sin embargo en la sensación del reino
merced a sus nuevas habilidades atléticas, con sus espectaculares saltos y
su capacidad natatoria. Y el antaño temible caballero oscuro, llamado a
derrocar al cuasi-eterno rey, había desarrollado unos amorfos y
horripilantes ojos saltones, mientras se pasaba el día embobado cazando
moscas.
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La charca de las Ranas recoge microrrelatos de diversos autores, bajo la dirección de Puck, donde las ranas juegan um papel esencial. Descubrí su existencia gracias al blog Relatos Encallados, de Gotzon, y no he podido resistirme a soltar mi propia rana en esta más que interesante charca. Merece la pena dar un paseo por esta charca y encontrarse con las diferentes ranas que la pueblan.
La charca de las Ranas recoge microrrelatos de diversos autores, bajo la dirección de Puck, donde las ranas juegan um papel esencial. Descubrí su existencia gracias al blog Relatos Encallados, de Gotzon, y no he podido resistirme a soltar mi propia rana en esta más que interesante charca. Merece la pena dar un paseo por esta charca y encontrarse con las diferentes ranas que la pueblan.
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