No era un fantasma quien
surgió entre la niebla, sino el mismísimo Jack el Destripador pero,
claro, la muchacha no podía saberlo. Ella pensaba que tan sólo era
otro posible cliente más. No fue hasta que lo tuvo sobre ella y pudo
verle esos ojos desquiciados, cuando se dio cuenta de que su vida
corría peligro. La enorme y afilada hoja del cuchillo de carnicero
apenas brillaba entre la densa niebla. Más de un siglo después de
sus famosos crímenes de Whitechapel, Jack el Destripador volvía a
acechar por los callejones más oscuros de Londres. Empuñó con
fuerza su arma y degolló a la pobre muchacha, que notó el frío
acero penetrando en su cuerpo. Supo en el instante antes de morir que
no era un mero imitador, sino el auténtico Jack.
Te
equivocas le susurró el asesino
a la moribunda. Tan sólo soy la
esencia de Londres.
Caricatura de Jack el Destripador en la revista 'Punch' en 1888. (Fuente: Wikipedia) |
La primera víctima atribuida a Jack el Destripador fue Mary Ann "Polly" Nichols, en 31-8-1888.
Este relato fue escrito originalmente para el 'III Concurso de Microrrelato Getafe Negro (2010)' que en las bases especificaba que debía comenzar con la frase "No era un fantasma quien surgió entre la niebla". Recientemente lo he colgado también en la web de Literatura Nova, donde se puede descargar en pdf.
Actualización (19-3-2012): Microrrelato también disponible en la web de Falsaria.
Este relato fue escrito originalmente para el 'III Concurso de Microrrelato Getafe Negro (2010)' que en las bases especificaba que debía comenzar con la frase "No era un fantasma quien surgió entre la niebla". Recientemente lo he colgado también en la web de Literatura Nova, donde se puede descargar en pdf.
Actualización (19-3-2012): Microrrelato también disponible en la web de Falsaria.
No hay comentarios:
Publicar un comentario